¿Así que te has comprado unos zapatos nuevos e increíbles pero cada vez que te los pruebas te duelen? Hay varias maneras de evitar que te salgan dolorosas ampollas en los pies y que te sientas desesperado con tu reciente compra. Sigue nuestros consejos sobre cómo estrenar los zapatos y querrás llevarlos siempre.
1. Asegúrate de que tienes la talla adecuada
¿Sientes que los zapatos te aprietan demasiado? Puede que te hayas equivocado de talla. Para saber si este es tu caso, intenta meter un dedo entre tu talón y el del zapato. Debe haber un espacio de alrededor de un dedo de ancho. No olvides que si te pones de pie, el peso de tu cuerpo aplana el pie, así que asegúrate de que todavía tienes espacio suficiente en el zapato para ello. Por lo general, lo mejor es intentar esto y dar unos cuantos pasos por casa, en caso de que quieras devolver los zapatos más tarde.
2. Tómatelo con calma
¿Te preguntas cuánto tiempo lleva abrir unos zapatos?
Es un proceso que puede durar hasta cuatro semanas. Es buena idea ir introduciendo poco a poco el calzado en los pies. Esfuérzate por llevar los nuevos zapatos con frecuencia, pero sólo durante periodos cortos, por si te salen ampollas. Nadie quiere estar dando un largo paseo por la otra punta de la ciudad cuando empiecen a formarse ampollas. A menos que quieras llevar otro par de zapatos contigo.
3. Intenta rotar tu calzado
Por supuesto, entendemos que estés entusiasmado con tu nuevo calzado, pero ten cuidado. Cambia los zapatos nuevos por algunos de tus pares más antiguos que te queden bien, así evitarás cualquier dolor de pies o ampollas. Dando un respiro a tus pies, podrán curarse, relajarse, y prepárate para la próxima ronda de apertura de zapatos para cuando llegue el momento.
4. Prueba calcetines más gruesos
Prueba a ponerte unos calcetines muy gruesos o mullidos y luego ponte los zapatos nuevos. Los calcetines evitarán que se formen ampollas y tus zapatos empezarán a estirarse cuando los lleves. Hay algunas espumas suavizantes en el mercado que también podrías probar, pero ten mucho cuidado con los zapatos de cuero para no dañarlos.
5. Hazte los nudos del modo correcto
Si tu objetivo es poder entrar en cualquier tipo de zapatos con cordones, átatelos adecuadamente antes de intentar nada. Los zapatos necesitan empezar a tomar forma alrededor de tu pie del mismo modo en que serán llevados.
Habitualmente, es más fácil abrir tus zapatos de cuero gamuza debido a su estructura de cuero suave. Nuestros mocasines son especialmente cómods y no necesitan mucho tiempo para ajustarse a tu pie.
Ten cuidado con algunos consejos muy comunes que hablan de congelar o calentar tus zapatos para estirarlos fácilmente. El cuero es un material natural y lo cierto es que puede dañarse de esta manera. Por otro lado, el cuero de alta calidad es resistente y necesita un tiempo de adaptación, pero una vez que se adapta a tus pies, se vuelve muy cómodo. Estos zapatos pueden convertirse fácilmente en tu par favorito.
¿Pero qué ocurre si esto no es suficiente?
¿Qué mas puedo hacer para abrir los zapatos?
1. Si los zapatos apretan, la solución más segura es definitivamente ir a un zapatero.
Un especialista siempre puede evaluar mejor cómo y dónde debe ensancharse el zapato. Aquí se utilizan directamente las herramientas adecuadas, lo que minimiza el riesgo de dañar el material. El estiramiento del zapato por parte del zapatero cuesta muy poco.
En segundo lugar, algo que parece haberse olvidado, pero que sigue siendo válido:
2. Un estirador del zapato es una compra que merece la pena si te enfrentas a menudo al problema de los zapatos demasiado apretados. Dependiendo del modelo, se pueden ensanchar específicamente algunas zonas del zapato. Esto se hace mediante accesorios que se colocan, por ejemplo, en la posición del dedo pequeño del pie y proporcionan un estiramiento selectivo en esta zona.
Básicamente, un estirador de zapatos puede generar tensión en dos direcciones. Al igual que una horma, el zapato puede estirarse primero en longitud. A través de una rosca adicional, la ayuda también puede extenderse en anchura. De este modo, también se pueden ampliar bien los puntos de presión laterales. Una vez que el estirador de zapatos se ha fijado en el zapato, debe permanecer allí toda la noche para que pueda surtir efecto.
Tres: el truco más viejo del mundo
3. Los zapatos también pueden ensancharse con la ayuda del calor de un secador:
Ponte uno o dos calcetines gruesos y luego desliza el pie en el zapato que más apriete.
Despacio calienta el zapato con un secador en las áreas que hagan más daño. El material nunca debería calentarse en exceso.
Ahora mueve el pie hacia delante y atrás para añadir presión en las áreas que más aprietan. Puedes facilitar el proceso estirando y doblando con calma con las manos.
Esperemos que estos pequeños consejos te ayuden en tu proceso de abrir los zapatos. Ha llegado la hora de diseñar tus zapatos de vestir a medida en Hockerty.